Parroquia de Santa Mariña de Castrelo

En el campo arqueológico esta feligresía es la más representativa del ayuntamiento, ya que en ella abundan los túmulos megalíticos. Solo en el conocido como Campo das Antas, en las cercanías del lugar de A Mámoa, se encuentran más de veinte enterramientos, localizados a los lados de un antiguo camino, el Vreeiro, CAMINO DA GEIRA Y DOS ARRIEIROS, utilizado por los arrieiros para transportar el vino del Ribeiro a Compostela. También tienen presencia en Tras da Serra e A Mina.

Del siglo XV se conserva, en buen estado, la lanzal torre de Alarma de Barciela, situada en el iglesiario de la Mota. Posee esta obra tres cuerpos, el primero cuadrangular y con «fórnice»; el segundo formado por la plataforma para emitir las señales luminosas y albergar los huecos de las campanas, y el tercero con un pequeño «frontis» enmarcado por una cornisa de loseta y finalizada antiguamente en un pináculo que hoy ya no conserva. La función que cumplía esta torre, que perteneció a la Torre-fortaleza del Castro de Montes, era la de convocar a los vecinos, antes de la construcción del templo parroquial, a los actos de culto y a las juntas generales de Montes, que se reunían a deliberar en el Campo da Granxa, o también, con posterioridad, alertar a la población de las incursiones de las bandas facciosas que, como la del célebre Guillade, asolaban la región durante las Guerras Carlistas.

El templo parroquial fecha del siglo XVI, con una posterior restauración en el año 1752, efectuada por el cantero Manuel Cadavid y el carpintero Salvador Lorenzo, ambos nativos de la propia parroquia. Es una iglesia regular en las proporciones, de cruz latina y presbiterio rectangular, con dos capillas que abren sendos arcos «formeiros», «historiados» y de medio punto, finalizando la fachada en esbelta espadaña de dos cuerpos.

En el cementerio anexo se pueden observar obras talladas por uno de los mejores canteros da Terra de Montes, Manuel López Barciela, así como sarcófagos de prodigiosa factura de otro buen artesano, Francisco Villaverde.