Parroquia de Santa María de Dúas Igrexas

Feligresía ubicada en las estribaciones occidentales de la sierra del Candán, que conserva vestigios de la cultura dolménica, en monte Penide, y de la cultura castreña, en el castro de Loureiro, con un antecastro bien definido y de considerable altura en sus muros. Las leyendas populares vinculan a este castro con el primitivo puente do Crego, donde se iba a bañar la rubia ninfa Loureiriña, que se les aparecía a los que pasaban el puente.

El templo parroquial es de nave única y campanario de dos cuerpos, cuadrangular el primero y octogonal el segundo. En cuanto a la ábside actual, cuadrangular también, fue finalizada en 1724 y reproduce la forma de la primitiva, románica. Los muros del edificio son lisos, de piedra concertada, y se cubren con bóveda de compleja crucería, la imitación da ábside mayor de Aciveiro. En su interior se conservan varios altares e imágenes del arte popular de notable mérito. La génesis religiosa de la feligresía fue, en un primer momento, la existencia de dos iglesias muy próximas y de igual categoría, consagrada una a San Vicente, abierta al culto hasta comienzos del siglo XIX y derribada posteriormente – solo se salvaría una pila bautismal y un trozo del antiguo crucero –, y, la otra la Santa María, que es la que en la actualidad está abierta al culto.

Fue cuna la parroquia de diestros canteros y artesanos, como muestra la existencia, en el siglo XVIII, del más relevante taller de cera de toda la comarca, propiedad de Xosé Barreiro, que tenía bajo sus órdenes a más de diez trabajadores.

En Loureiro nació el pintor Xosé María Barreiro, uno de los artistas mejor valorados en el actual panorama de la pintura gallega. De él se pueden mirar distintas obras en la Casa del Ayuntamiento de Forcarei.