Camiño Vreeiro
En la comarca existen hermosos emplazamientos naturales, lugares tan anónimos como omnipresentes, en una tierra donde cada sendero, cada camino, son en sí mismos obras de apreciable belleza donde antaño se combinaron y hermanaron perfectamente la pródiga madre naturaleza y la sabia y respetuosa mano del hombre de la aldea.
Un sendero, hijo de la tradición y de la historia de este país de oficios es el conocido como «Camiño Vreeiro»
Esta ruta, también llamada «de los arrieiros” se generó en la Edad Media como alternativa a las rutas que atravesaban espacios de mayor densidad demográfica, con el fin de huir de los peajes y otros impuestos comerciales. Subía prácticamente de un tirón desde el Ribeiro hasta Santiago, sin apenas ramales secundarios, y penetraba en la comarca de Montes por la feligresía bearicense de Doade, después de transitar 20 kilómetros por una diagonal que separaba los dominios de los monasterios de Melón y Acibeiro.
Atravesaba los parajes de Porto de Rodeiro, Laxa Branca y Portela da Cruz, en la serra del Suído, y uno de los escasos ramales llevaba a la ermita de la cima de Santo Domingo. Tras pasar el puente románico de Ricobanca, al lado de un hermoso ejemplar de molino con techo de piedra de cantería, se dirigía al monte Seixo y posteriormente al valle de Alfonsín (Presqueiras), seguía por San Miguel, Morgade y Folgoso, cruzando el Lérez por la Ponte Parada, subiendo por Lama Ferrada a la zona de Santa Marina de Castrelo, donde se conserva en buen estado a lanzal Torre de Alarma de la Barciela, del siglo XV. Pasaba, en el tramo final de Terra de Montes, por Vieiro (otro topónimo vinculado etimologicamente al propio camino), Liñares, Mámoa, Cima de la Costa, las Baiucas, Quintillán, Rúa, Crucero y Fonte Blanca.
En la Mámoa (Castrelo) existe un campo con mis de 20 túmulos al lado de este antiguo camino.
El Camino Vreeiro está aún por señalizar, y su recorrido, de unos 20 kilómetros, atraviesa de sur a norte Terra de Montes. Es, además, la vía por donde se generó el plato típico de la gastronomía de Forcarei, la Richada.